Ópera AUDIO-RELATO

El futuro siempre avanza, como lo hace este vagón de metro desde la estación de Ópera.

Sostengo entre mis manos un libro de papel, una especie en extinción. Albergo una superioridad moral al hacerlo, avistando al resto de viajeros desde un palco intelectual.

Vengo del pasado. Resulta inverosímil y absurdo, pero he encontrado en este libro mi nexo de unión con esta realidad tecnológica tan extraña.

La revolución necesita libros para despertar del letargo. Encontré este libro tirado en el andén y supuso para mí la supervivencia de muchas palabras desterradas al olvido.

En un entorno bullicioso, en el que todos los viajeros bucean incansables por sus pantallas, cultivo el lento ritual de la lectura silenciosa.

He salvado a este libro del vertedero, de convertirse en pasta de papel que diera forma a un rollo de papel higiénico. Me veo en la obligación de leer para que nunca se acaben los cuentos.

Me alimento de fábulas ante la mirada estupefacta del resto de pasajeros, a los que estoy ofreciendo otra forma de ver el mundo.

Las palabras escritas en este papel proceden de un universo remoto, pero somos capaces de trenzarlas en nuevo ovillo.

Personajes anónimos se miran, se besan, dudan, esperan… Presos de sentimientos universales como los que contienen los libros.