Alsacia AUDIO-RELATO

Escapé de una guerra en la que sigo atrapado en las trincheras de mi mente.

Al llegar a la estación de Alsacia, los recuerdos traumáticos se amotinan en mi cabeza, que convulsiona como una olla a presión.

Comienza entonces mi desdoblamiento, la teoría de la relatividad de mi existencia. Trasformo mi identidad en dos mitades que pertenecen a un solo cuerpo.

Soy un muchacho con todos los sueños por abrir/ Soy un soldado sometido al constante bombardeo de la artillería enemiga.

Soy un filántropo con la misión de dejar de un mundo mejor del que me he encontrado/ Soy un sicario a sueldo rodeado de  ratas y cadáveres putrefactos de soldados-amigos.

Sonrío con sinceridad y observo al resto de viajeros con ternura/ Aúllo de dolor y desprecio a la humanidad.

Todo va a salir bien/ Nada puede ser peor que esta pesadilla.

Porto en mi bolsillo dos cuadernos de notas que intercambio entre mis dos identidades: la ilusión y la desidia. Las palabras cristalizadas en sus páginas provocan un cambio de actitud en mis dos espejos. Mutan para empatizar con el otro.

Tiro el cuaderno de notas al suelo del andén. Divido de nuevo los átomos que me componen. Los pasajeros me miran y solo ven a un individuo derrotado.