El Carmen AUDIO-RELATO

Mis dedos marcan sobre esta barra metálica el paso de un tiempo imaginario.

Aquí no llega la luz natural, no sucede el paso de las estaciones. Afuera ha llegado el otoño y esta mañana las nubes amenazaban con desatar un aguacero.

Imagino que estoy en el interior de una galería con techos de cristal en la que percibo el tañer del agua, acorralado entre nubes.

Escucho el sonido de unas gotas al caer. Es mi propia orina deslizándose por el pantalón hasta formar un pequeño charco junto a mis zapatos.

—He soñado con mi muerte y no era así, joder… Era tan viejo que tosía polvo. Dormitaba, recostado en el sofá, entre el calor sofocante y los vapores etílicos de un coñac una tarde de agosto. Así, plácidamente, y no volvía a despertarme.

Cuando una mochila aparece en escena contiene un elemento fundamental para esta historia. Contiene el arma del crimen que acabará conmigo.

Un objeto punzante se clava en mi espalda. Percibo una leve descarga eléctrica, pero la adrenalina me impide aullar de dolor.

La orina se mezcla con la sangre. ¡Pum!, me desplomo.

Surgen sombras que son los fotogramas de mi vida, una historia  de venganza que se merece estar mejor contada.