Cuatro Caminos AUDIO-RELATO
Saco el móvil del bolsillo. Hoy es 17 de octubre de 2019, son las doce del mediodía.
En este mismo instante se cumplen 100 años desde que se inauguró el primer tramo de Sol a Cuatro Caminos del Ferrocarril Metropolitano (Metro) de Madrid.
Respiro suavemente, dejando entrar dosis insignificantes de oxígeno en cada inhalación. Observo con diligencia al resto de pasajeros sin mover la cabeza. Mis globos oculares barren por completo mi horizonte de visión: una mujer escupe odio contra su pareja a través de las ondas del móvil; un joven barbudo lee noticias falsas en su pequeña pantalla; una estudiante repasa unas partituras antes de su audición en el Conservatorio Superior de Música.
Se cierran las puertas automáticas. Caen, automáticamente, los cierres de pellejo de mis párpados.
En mis auriculares susurra la lenta y dolorosa Gymnopédie n.º 1 de Satie.
Se trata de una pieza breve que inunda la atmósfera del vagón. Cuatro Caminos se trasforma en los cuatro espacios en blanco de un pentagrama.
Mi exasperante oído absoluto comienza a identificar los sonidos que emiten los viajeros con notas, silencios o claves musicales.
El tiempo ha quedado atrapado en este pequeño fragmento melódico.
Hoy es 17 de octubre de 1919, son las doce del mediodía.
¡Queda inaugurado el Metro de Madrid!